Leo con estupor lo del décimo aniversario del Ecce Homo de Borja. Una acción sonrojante y bochornosa contra nuestro legado, aunque sea sencillo y escondido. En esta comunidad de palurdos confundimos lo que es notoriedad, que es salir en "la tele" y lo que es reputación, que es la consideración que tienen de ti por cómo haces las cosas. La notoriedad se puede conseguir hoy quemando un taxi o diciendo una salvajada en los medios, la reputación se consigue tras años de hacer bien las cosas y, por desgracia, se puede perder con un par de malas acciones.
Poner en valor esta mierda puede que salga en la tele, pero pone la reputación de nuestra comunidad a la altura del betún, de la ignorancia, de la falta de respeto hacia nosotros mismos.
Nada tengo contra esta pobre señora que me consta que es buena gente y que seguro que hizo esto con la mejor de las intenciones y la peor de las aptitudes, dando como resultado una bazofia cultural, pero lo que me alucina es la actiud social e institucional alrededor del tema.
Para mi, el Ecce Homo de Borja es un símbolo de incultura, de falta de profesionalidad, de garrulismo. Una anécdota olvidable. Si por mi fuera mañana mismo era sacado del pilar, colocado en un centro cultural en Borja y repuesto, de inmediato, el cuidado y ordenado Ecce Homo clásico. Pero claro, aquí hablamos de perricas, de visitas, no de concepto ni sentido. No entro en reflexiones si, además eres un católico practicante devoto del Ecce Homo, imagino que es para andar en shock.
Me gusta que salga Aragón en los medios por grandes cosas, que las tiene, esto me sonroja.
Por si acaso la cosa tarda, espera sentado
ResponderEliminarNo hay solución Dani.... tristemente no la hay, Abrazos
ResponderEliminarEste es un ejemplo de manual de aquel dicho: "no importa que hablan mal de ti, pero que hablen"
ResponderEliminarSí.... dicho que me parece una aberración, je. Abrazos
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