viernes, 23 de diciembre de 2022

CUANDO LA NOSTALGIA NO DUELE 50 AÑOS DESPUÉS

He conseguido esta preciosa pieza en un coleccionista de Huesca, gracias Lorenzo por tu amabilidad. Es un ítem que me encanta me llena de nostalgia y al que doy un gran valor.

Dicen que la nostalgia es ese sentimiento contradictorio, mezcla dolor y placer que nos punza cuando conectamos con algún momento del pasado donde fuimos muy felices, pues esta pieza es de las que no duelen y sacan una sonrisa.

Pronto harán un par de años de que mi padre no está y en febrero de 2023 harán 50 de un momento delicioso vivido con él. Corría febrero de 1973 y mi tío y mi padre se compraron, cada uno, un flamante SEAT 124 LS, mi tío azul, mi padre blanco. Recuerdo perfectamente haber ido a las viejas instalaciones de Seat Sartopina en el centro de la ciudad y salir del concesionario sentado en la parte de atrás, abrazado al cuello de mi padre en aquellos sillones terciopelo rojo y ver, mirando sobre el hombro, hacia mi tío en su coche, sonriente, inmediatamente detrás nuestro. Pocas sensaciones tan placentaras como sacar un coche nuevo de un concesionario y más cuanto eres un chaval y es tu padre quien conduce.

Aquel Z-4035-B nunca lo olvidaré, sus cristales verdosos, embellecedores cromados, tapicería aterciopelado, precioso salpicadero y el disfrute de viajar con mi padre en él, junto a mi hermano y la familia. He buscado por cielo mar y tierra una pieza simbólica de este vehículo, que no es habitual, y por fin tengo la que lucía en la parte trasera.

Con este bonito recuerdo aprovecho para desearles a todos ustedes unas excelentes Navidades. Parece que la nostalgia sea algo malo, no es así, recomiendo que aprovechen en estos días para rememorar aquellos momentos que les hicieron muy felices, porque como dice Pepe Sacristán "la memoria es la salvación del amor". No es que seamos nostálgicos, es que, a cierta edad, disponemos de un enorme recorrido realizado durante el cual han pasado muchas cosas estupendas. Siempre seguimos hacia adelante, y, por qué no, siempre conectando de vez en cuando con momentos inolvidables.





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