Me recordaba Akela el problema de petrificación (similar a la de otros productos Madelman) que sufre el magnífico pulpo fabricado por la marca española. Con los años se ha convertido en una fragilísima figura pétrea, que poco a poco, va perdiendo los tentáculos a no ser que la mantengas en una vitrina aislada del Universo. Este viejo ejemplar que tengo cerca aún guarda cierta prestancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario