Un buen rato de esos que no ocurren a menudo. De chaval siempre me encantaron las maquetas, aviones, tanques, soldados, naves espaciales. Nunca fui habilidoso, paciente ni meticuloso, demasiado precipitado para el paciente y cuidadoso arte del maquetismo. Guardé mucho tiempo muchas de ellas pero los viejos tanques, bombarderos, portaaviones y dioramas acabaron, con los traslados de casa, en la basura. Encontrar esta caja llena de restos de aquella maquetas Airfix, Tamiya, Esci, me ha llenado de alegria.
El maquetismo es una forma excelente de potenciar habilidades manuales, ejercitar la paciencia, estar cerca de la historia y evadirse con calidad... no se si sigue muy de moda, seguramente no, no son tiempos de artesanos, pero lo recomiendo vivamente a esos chavales que tienen ganas de pasar el rato de una forma diferente, construyendo.
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