domingo, 10 de septiembre de 2023

KNOSSOS, EL MINOTAURO Y EL PALACIO DE MINOS

Una de mis objetivos de este viaje a Creta era la visita de Knossos, un lugar anclado entre la historia, la leyenda y las aventuras. Poco queda ya de la antiquísima ciudad minóica, mucha destrucción, muchas diferentes civilizaciones y una cuestionable restauración hacen de la experiencia más un ejercicio de imaginación que la tangibilización de un deseo.

Está claro que de aquí surgió la forma arcaica del giego, el famoso Lineal B. Por aquí pasaron posteriormente romanos y árabes, con éstos últimos el lugar quedó abandonado en favor de Heraklion, la capital de Creta, que era el puerto de este enclave y así desapareció quizás uno de los palacios-ciudad más importantes de la historia antigua.

Es difícil hacerse una idea de su estructura in situ, pero si uno quiere proyectarlo nada mejor que ir al Museo Arqueológico de Heraklion donde hay una maqueta que muestra su estructura.

Heinrich Schliemann, descubridor de Troya, se interesó por el yacimiento pero no llegó a un acuerdo para la excavación pero fue Arthur Evans quien compró el terreno cuando Creta consiguió, a finales del XIX, independencia del Imperio Otomano y estuvo treinta años excavando sacando a la luz el Palacio de Minos. Ciertas reconstrucciones, con materiales no adecuados, ayudan a hacerse una idea del diseño y porte del lugar, pero no están alejadas de cierta controversia y un realismo que se antoja algo postizo.

El Palacio, la construcción más interesante, contenía más de mil habitaciones y es donde se ubica al rey Minos, origen del mito del Laberinto de Minos. Hay pinturas murales, sobre todo de toros cuyos originales también están en el Museo Arqueológico.

No voy a entrar ahora a detallar la aventura de Teseo, Minos, Ariadna y demás (aunque les animo a conocer sobre el tema) pero es bonito pasear por los espacios que tantas historias, leyendas y narraciones han inspirado con el Minotauro y Teseo como personajes centrales. El Laberinto pudo ser el propio Palacio, complejo y lleno de galerías que se constituían en un auténtico galimatías arquitectónico para los atenieneses cuando buscaron al rey para eliminarlo, aunque podría ser simplemente un diseño geométrico en el suelo de una espacio salón abierto en el exterior de la construcción. Yo me sigo quedando con la terrorífica figura del Minotauro.







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