viernes, 24 de noviembre de 2023

LA ÚLTIMA SEMANA DE KISS (1) HISTORIAS TONTAS DE UN FAN. 33 RPM Y PUB BASKET

 

 

 

Hoy un querido amigo me conminaba a contar y celebrar, de una manera divertida, la última semana de nuestra banda de toda la vida, KISS. 43 años dando la torrija merecen cerrarse con algo así, una enorme pastelada final sazonada con unas perlas de nostalgia, espolvoreado de risas y salsa agridulce de anécdotas.

Hoy voy a hablar de los primeros tiempos, quizas el primer o segundo año de fan, 1981 y 1982 o similares, uno ya pierde el norte.

Las fascinanción por las bandas de rock en aquellos momentos, o por cualquier cosa, estaba aderezada por la dificultad que conllevaba poder asistir a un concierto de un grupo que jamás había pisado la olvidada y casposa piel de toro, la falta de efectivo en los bolsillos y la enorme limitación de la comunicación de entonces acotada a revistas, periódicos, o radios, donde daban información con cuentagotas. Pero éramos muy felices, mucho, porque la búsqueda era muy divertida, cada objeto, cada disco, cada cinta eran recibidas como si fueran de platino, cada póster, chapa o vídeo se paladeaba como caviar, todo tenía enorme valor y casi todo te otorgaba enorme satisfacción. 

El visionado de un vídeo, que entonces desconocíamos que consistía en una promo del Alive II de 1978, nos voló la cabeza. No sabíamos lo que veíamos, pero lo que veíamos nos fascinaba. Esa promo, brutal de una banda inalcanzable podía verse en dos lugares, una televisión que tenía una tienda de discos, ya desaparecida, llamada 33 R.P.M que estaba ubicada en la calle Josefa Amar y Borbón y el también desaparecido pub Basket, de la calle Francisco Vitoria.

Mi peregrinaje a la tienda de disco era DIARIO al salir de clase, DIARIO. El amable propietario, compadecido por la pesadilla que era tener cada tarde al mismo fan enfermo en su local, directamente sonreía y me ignoraba, no era peligroso, tenaz, persistente, pero no peligroso. La visita consistía en una ceremonía bien ordenada. Primera pregunta, "¿alguna chapa nueva o algún póster de KISS?" a lo que siempre se contestaba lo mismo, "NO". Luego un paseo por las cajas de discos, un paseo que nada significaba porque nada importaban y luego a esperar a que en el bucle de "videoclips" que proyectaba la televisión (y que podía durar hora y media) saliera la promo kissiana deseada. Ya me sabía el orden de la cinta y, si la cosa pintaba a largo pues media vuelta, pero si ya asomaban los hits que presagiaban a la banda amada, ahí clavado en el rellano, esperando esos tres minutos de gloria.

El otro templo era el Pub Basket, un garito de copas de Francisco Vitoria muy de moda, muy molón y que se abrió coincidiendo con la época gloriosa del baloncesto en Zaragoza. Siempre sentados en la misma rinconera de terciopelo esperando que en el bucle del vídeo saliera la promo antes mencionada. En este caso la pantalla era de mayor enjundia y la satisfacción superior. Todo ello regado por un vaso de agua que había que beber gota a gota (una Coca-Cola si la semana había sido provechosa) para que durara lo máximo posible. La de vídeos de Meat Loaf, Soft Cell, OMD, Durán Durán y demás que nos hemos comido por la simple coincidencia de estar en el mismo bucle de la promo deseada.

Al final los de las tienda de discos me hicieron medio socio-cliente, como se hace a un perrillo guardián fiel e inofensivo y los del pub nos pusieron en el cuadro de honor de indeseables. Je. Guardo el carnet de 33 R.P.M. y un posavasos de aquel Basket donde tantas horas pasamos. Pongo la promo de Alive II, disponible ahora en todas las plataformas, para niños y mayores, en el móvil, la tele, el baño o la terraza, a todas horas, en todo momento cuando uno quiera, pero nadie nos puede quitar la maravilla excitante que fue aquella época de búsqueda y enorme satisfacción. Shout ir t out loud!.



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