Ayer vi la última película de James Bond, “No time to die”. Me encanta el personaje y algunos de los actores que lo han encarnado, como Sean Connery o el ochentero Roger Moore, tienen todo el cariño de mi corazón. Tengo que reconocer que Craig está entre mis preferidos, me encanta el actor, su animalidad y su capacidad de resolución, una bestia parda.
Me fascinó Casino Royale y me han gustado mucho las entregas en las que el de Chester ha sido protagonista.
Pero James Bond no es un personaje que le guste a esta sociedad en la que vivimos. Macho alfa arrasador de señoras, fulminador de personas como quien lava, conductor de coches a la altura de Steve McQueen, altivo, gastador de queroseno, vamos, nada sostenible. no cumple los códigos EFR.
Y la saga pues bueno toma decisiones. Primero vamos a buscarle un sustituto como 007, y lo mejor es una mujer y negra, venga, ahí andamos, como si no hubiera heroínas fenomenales por el cine, después lo de Q gay pues venga, a por ello. Ahora vamos a desmontar su personalidad, pétrea, egoísta, individual y egocéntrica, vamos a aliviarlo con un perfume de profunda sensibilidad, vamos a enamorarlo y a convertirlo en un hombre de familia (????), sensible, tierno y vulnerable. Vamos a encasquetarle una niñita muy mona, con esos mismos ojicos azules que luce el británico, que maravilla (lo mismo que al bueno de Lobezno, matemos al animal y pongamos a la heredera en circulación). Y ahora, que ya se ha arrodillado como personaje ante el buenismo social, ahora que ya ha purgado sus pecados ante los espectadores, espectadoras y espectadoros, ahora que ya es una buena persona pues oye, mandándole un cariñoso mensaje a Ian Fleming allá done esté, lo liquidamos con una buena ensalada de misiles, y no rusos, sino de los mismo británicos, así, 25 pelis después, sin despeinarse.
Este que escribe, ya curtidico en estas lides del cine, está siendo expulsado del consumo de cualquier producto contemporáneo ya que, sin remisión, están convirtiendo a los grandes personajes y sagas en auténticas mierdas buenistas, quitando la esencia de cuando fueron creados. Me encanta que creen nuevos universos pero detesto profundamente que maltraten a Bond, Cíclope, Spiderman, Hulk, Thor, Drácula, Odín o al mismo Loki, que idioticen Star Wars, al Pato Donald o cualquier buen vampiro que se precie.
La peli la he disfrutado pero he quedado con un desastroso sabor de boca ante la muerte de James Bond, entiendo que ahora la peque de ojos azules será la nueva Bond, Vicenta Bond, que la negrica será su compañera de aventuras, que Q será un transexual, que M será un robot binario de IA, y que el malvado será una mezcla de Rosalía y algún reguetonero de Puerto Rico.
Hasta las cartolas de la industria del cine. Excelente Craig, grandioso Bond, mi admiración, hasta siempre amigo.
Cómo llaman a eso, “cultura woke”, revisitar lugares comunes y pasarles el rodillo, pasándose de frenada e intentando hacernos comulgar con ruedas de molino. A los viejunos no nos la van a pegar, pero pobres chavales.
ResponderEliminarSe van a perder lo mejor, en fin, una pena. Saludos
ResponderEliminarUn Bond blando, hasta el villano da risa.
ResponderEliminarComo admirador de la saga cuando Bond empezó a conducir Bemeuves empezó el declive, con Casino Royale parecía que retornaba a sus orígenes pero parece que ya, definitivamente está muerto y enterrado.
La vida son ciclos y cuando regresa la época en la que ya no nos la cojamos con papel de fumar volverá el auténtico Bond, pero me temo que no lo verán mis ojos.
Jeje.... a mi me gusta mucho el Bond de Craig lo tengo que reconocer, porque me gusta su tono, lo que no entiendo es la deriva conceptual de la última peli... el villano, que es el actor que hizo de Freddie Mercury, me pone nervioso y me da risa, efectivamente, es patético.... en fin, un abrazo Héctor.
ResponderEliminarYo también sentía pena por los "pobres chavales" pero en los medios progres ya están empezando a aparecer noticias que los jóvenes se están "radicalizando". Por lo visto toda la mierda que le meten en la cabeza a los niños en las escuelas públicas no está dando el fruto esperado. No hay que olvidar y lo hemos visto a lo largo de la historia que toda acción tiene su reacción y como dice Héctor, la vida son ciclos. Lo que ayer era de fachas mañana será revolucionario.
ResponderEliminarNo se por dónde irán los tiros, la verdad... pero cuando eres joven lo que toca es ir contra el sistema y ser un rebelde, por lo menos en mi caso.... es un tema casi matemático, y si el sistema es buenista, blando, superficial y dogmático, el chaval saldrá por la tangente con una actitud malista, dura, profunda y radical... la tendencia política es lo de menos... de hecho en mi juventud vi svásticas en el brazo de punks y de ultraderechistas, je... lo que tengo claro es que ésto es como el cine, si acabas haciendo una película, un disco, una obra de teatro para que guste a todos acaba no gustando a nadie y siendo una mierda... se pueden contar con los dedos de una mano los cineastas, músicos o grandes creativos que han sabido, desde la calidad, llegar a todos los públicos, son genios.... Mozarts hay uno cada siglo... mientras tanto, el humor, el arte, el teatro, el cine, la música, la moda y la vida seguirán esta tendencia de mierda... habrá que estar más atentos, como siempre, a las tendencias underground, a las propuestas para minorías y, como no, disfrutar de la maravillosa propuesta creativa que fue el siglo XX hasta 1980..... o eso pienso yo. Un abrazo
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