Asisto, un día más, a un nuevo capítulo del Mundo Idiota que nos está tocando vivir. Esta vez un tema de carácter "publicitario" artístico. Las críticas que se están vertiendo sobre el cartel de la Semana Santa de Sevilla es que no las comprendo.
A mi me encanta, pero eso no es importante. Me resulta diferente, novedoso, directo y limpio, claro y con una maravillosa propuesta de valor "La Semana Santa de Sevilla es diferente y moderna". Está ejecutado pulidamente el diseño es de calidad y la figura de Cristo emociona y conecta, quizás ese es el problema, parece demasiado "humano", demasiado real. El tema de la desnudez es una solemne estupidez, pongo en paralelo una figura de cuerpo completo de Cristo Resucitado que, a muchos que pasean por aquí, les será muy familiar. El Resucitado de la Parroquia de Santa Rita de Zaragoza (1970, vivía Franco). Jamás, digo jamás, hubo un solo comentario en el colegio o en el alumnado sobre la casi total desnudez de Cristo ni sobre esa mirada directa a la persona que asistía a un oficio.
La grandeza de este cartel, en mi opinión, es que se aleja de lo de siempre, es disruptivo y Jesús perturba con una mirada que llega muy dentro. Esa impresionante belleza, su serenidad, la postura delicada y el sutil detalle indicándose la llaga están plasmados con una mesura y un respeto relevantes.
Vivimos tiempos idiotas, lo dicho, buenismo triste y de baja estofa. El arte, la creación, la vida y las civilizaciones se basan en el cambio, romper patrones y hacer cosas nuevas, avanzar. La publicidad más.
"Las redes critican el cartel por blasfemo e irrespetuoso".... ¿Quiénes son las redes? Que le den a las redes. Mi enhorabuena a Salustiano, su autor y al Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla, además de hacer una pieza maravillosa, en mi opinión, están en todos los telediarios del planeta poniéndola en prime time, se van a hinchar a vender carteles y Salustiano a encargos.
La publicidad es comunicación, conectar con el público y generar deseo, deseo de acudir a Sevilla y de ver ese gran acontecimiento. Los de las redes a criticar, están en su derecho, pero el planeta va a acudir a Sevilla.
Supongo que la "polémica" viene de que aquí en España estamos acostumbrados más una representación de Cristo "sufriente" estilo Barroco y este es de otro rollo, sin heridas ni corona de espinas, etc. A mi me recuerda bastante al autoretrato de Durero con pelliza. Pero lo que es la obra y la veo bien ejecutada y más que correcta.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.... un abrazo
ResponderEliminarEl modelo es el hijo del pintor. Lo acabo de en el telediario. Desde niños se nos decía que se le crucificó desnudo, y que el tejido que siempre se ha puesto es una convención asumida. Dicho esto, hay imaginería a casco porro con el Cristo manifiestamente desnudo salvo un trapito precisamente colocado ("el paño de la pureza") A mí me parece una imagen preciosa y tremendamente poderosa, incluso desde una perspectiva religiosa.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo Jesús... además de todo eso, es un excelente trabajo publicitario que es el objetivo de esta acción..... abrazos
ResponderEliminarAl margen de la calidad artística de esta obra de Salustiano, que nadie pone un duda... A los sevillanos a los que nos gusta la Semana Santa nos parece que ese cartel no cumple la función de anunciar ésta. Pues podría igualmente servir para la de cualquier otra ciudad... El Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla ha encargado el cartel a un pintor de reconocida trayectoria que, fiel a su estilo, lo ha ejecutado a su modo habitual, con el rostro de su hijo, pintando un Cristo demasiado joven, sin los rasgos habituales de la imaginería que procesiona por nuestras calles...
ResponderEliminarAbrazos, Antonio.
Pues una opinión que tiene toda la fuerza de ser de un sevillano, gracias Alfonso por darla.Pero me parece a mi ue este cartel no es para los sevillanos, si no para las gentes del resto de España incluso del extranjero. Abrazos
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