Me lo he pasado bien hoy. No había gran cosa pero las pocas que había han sido todo una escalada de surrealismo y precios locos.... no se si en Beverly Hills la cosa está tan complicada como en Zaragoza. Hay un par de vendedores a los que saludo afectuosamente pero que ya nunca les pido precio porque creo que me han visto cara de billete de 50 euros, la cifra mágica... "tú suéltato y yo ya si...." deben pensar. Je. Pues no amigos. Me ha encantado el single de Kansas, el libro de Stevenson y un nuevo cochecito de Conguitos, pero vamos, he tenido que hacer mil muecas y catorce amagos de irme. ¿Es necesario desangrar al visitante? ¿De dónde sacan algunos precios, de la manga?. Una locura, y hasta hemos medio discutido un par de veces. Entiendo que esa actitud amedentradora, exigente incluso intrusiva de algunos, casi obligando al comprador a mojarse es una estraegia, pero con los viejos rockeros sobra. Gritos cero, exigencias ninguna, disgustos ninguno, frustraciones en su casa. Yo creo que algunos no se han dado cuenta aún de quién es el que paga. Pero bueno, es el rastro.
Si, cada vez dan menos ganas de comprarles. Dar la vuelta, charla y adiós. Hoy Almozara estaba tremendo, un de todo, precios buenos y regateos salvajes, lo que viene siendo un rastro de verdad.
ResponderEliminarMe ha dado pelín de pereza, pero cierto es que el espíritu rastril está en Parking Expo.... hoy me pedían 15 euros por un Dumbo en mal estado, 30 por jn Tintín segunda edición, 5 euros por uj cochecito conguitos.... en fin, difícil. Abrazos
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