Un sencillo paseo por San Sebastián y corta visita a Brokante 66, una almoneda muy agradable. La propietaria, encantadora, nos permitió ver sus cosas pese a ir con prisa por coger un transporte. Nos cuenta que en un par de meses cierra el local, un triste y habitual comentario entre estos comerciantes que, sin tardar mucho, dejarán de habitar las calles de las ciudades medianas-pequeñas españolas, una pena. Lo más curioso, el producto que encontré en uno de los estantes, una serie extensa de sellos de III Reich, en este caso de 20 Pfennig de 1941. Le pregunté que de dónde había salido semejante ítem, a lo que me contestó que lo desconocía que los tenía de siempre en su colección personal.
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