No acabo de entender muy bien el sentido de esta bizarra, feriante e hilarante calle sita en Niágara Falls, a unos metros de una de las cataratas y destinos turísiticos más importantes de Norteamérica. En la zona canadiense, que es la que visité, es donde tienen las mejores vistas. La factoría de facturación de personas para los ferrys a las cataratas debe ser uno de los negocios más millonarios del país.... una industria calculada, montada y medida como un matadero de pollos. Bien es cierto que el paseo por las cataratas merece y mucho el pasar por la humillación borreguil a la que te someten envuelto en un chubasquero que algunos no saben quitarse durante todo el día.
Lo dicho, a una manzana, los amigos de Ontario han fabricado una calle digna de un parque de atracciones, pero no de los caros. Entiendo que destinada a entretener a ese público norteamericano o de donde sea, que le sabe a poco el tema acuático cataratil, y necesita diversión juguetona, donde Drácula, Frankenstein, Kin Kong u otras delicias ponen nombre a atracciones caras de ticket y algo patéticas.
Las fotos lo dicen todo, incluso más de lo que hay. Sólo visité una atracción, la de la casa invertida, penosa de principio a fin, pero también su desastre nos produjo risa. Pasen y vean el gran sinsentido canadiense, Clifton Hill.
jaja, norteamérica es otro rollo definitivamente.
ResponderEliminarEste tema es muy de ellos sí, je... abrazos
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