Gran libro, enorme libro. Toca temas muy de cerca, muy de nuestra vida.
Nunca fui un gran fan de Más Birras, jamás les di la oportunidad que bien merecían, más que nada porque cuando ellos querían ganarse el pan y el aplauso yo andaba inmerso en otras bandas, otros sonidos y otras tribus. Entonces, a mediados de los 80, cada uno teníamos nuestra tribu, la mía era la del heavy metal, la del tecno-pop y la del hard rock, y los "rockers", donde tenía encasillada a esta gente, no eran santo de mi devoción. Sólo los más listos y más maduros salían transversalmente del corral buscando inteligentemente la buena música, entendiendo que el talento no es de una tribu, sino de los diversos individuos,tengan influencia de Elvis, Ozzy o Alice Cooper.
Dicho lo cual, mi encuentro con Más Birras se ha ido produciendo de forma pausada, tranquila. En su caminar muchos amigos y conocidos del mundo de la música han surgido o se han cruzado por Más Birras, como Chema, Joaquin, Luis, Miguel, Calvo y mucha gente de la música y la cultura de aquel momento que vivimos tan intensamente.
Lo que más me gusta de Más Birras, además de su legado musical, es su verdad, su antidivismo, autenticidad, esa mezcla tan castiza de los humilde, sencillo, honesto, con todas las inspiraciones musicales, culturales y experienciales. Su forma de quemar la vida y disfrutar de lo autóctono, riéndose de lo idiotamente sofisticado, de las falsedad de la farándula, mandando a Madrid a cascala.
El libro es inspirador, ya lo creo, y me enamora aún más del grupo, merece mucho la pena como lectura y como acercamiento a uno mismo, porque todos somos hijos de aquella Zaragoza de longaniza, torrezno y cervecica, del fanzine, del Selector , del Central, la En Bruto, las papas bravas, el litro, y de la libertad de crear sin tapujos, otros tiempos.
Gracias Albertico por esta joya, que lo es. Da gusto encontrar amigos como tú, y es maravilloso que nos una el aprecio por estos zaragozanos tan majos, tan auténticos y tan sencillos.
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