Un querido amigo historiador ha tenido a bien regalarme este interesante documento. Se trata de la Memoria Institucional de la actual de Ibercaja de 1951, cuando cumplió 75 años.
Viendo sus páginas te das cuenta de cómo ha cambiado todo en estos 74 años posteriores. Obras sociales asistenciales dedicadas a cosas, que gracias a Dios, hoy en día no son necesarias, como la ayuda a tuberculosos, a niños huérfanos o a personas que necesitan formación agraria. Entonces el banco constaba con dos urbanas en Zaragoza, el centro donde se ubica la Fundación era un centro asistencial para la tuberculosis y se acababa de adquirir, en 1940, el Monasterio de Cogullada.
No puede faltar, antes de nada, el retrato de Francisco Franco, que por entonces era lo primero que te encontrabas en cualquier documento oficial-institucional, una paradoja el pié de foto: "Jefe del Estado Español, impulsor de toda obra social y benéfica", como si hubiera puesto una peseta el amigo en dichos proyectos.
Muy bonitas esas imágenes de una Zaragoza perdida, como la recreación del Palacio Zaporta y el Patio de la Infanta. Un documento más que interesante.
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