Había oído hablar de este rastro anual que se celebra en el encantador pueblo de La Fresneda, pasado Alcañiz, pero nunca lo había visitado. Aunque no te guste el mercadillo merece mucho la pena visitar la pequeña y encantadora localidad turolense, llena de de calles delicioas y buenas gentes. Aparcar es un drama, todo muy desorganizado (el Ayuntamiento podría hacer algo respecto, digo yo) y comer es mejor hacerlo fuera debido a la cantidad de público.
Expedición express y una divertida mañana llena de risas pero con limitadas o nulas compras. Algunos puestos son los vendedores de San Bruno de Zaragoza, que están practicamente todos, luego hay un ecléctico conjunto de vendedores de todo pelaje, con precios medios o caros, pocas oportunidades y alguna perla de kiosko de un par de coleccionistas selectos (uno de ellos el clásico de Alcañiz). Los de Zaragoza que saben ya habían pasado a las seis de la mañana en busca del caviar, que no creo hubiera mucho, perfecto, no era nuestra idea. Nosotros nos hemos reído mucho y esa nave cylona no se ha venido a casa por su precio fuera del espacio, una pena. La caja del puzzle del Planeta de los Simios o el album de Viaje al fondo del mar me han encantado, pero los precios eran disparatados.
Habrán pensado: ya está aquí el de las fotitos de San Bruno. Por cierto, quién tenía el koji kabuto y el baras k9?, alguien de san bruno?
ResponderEliminarExacto, jaja...... no, no era de San Bruno el de Kabuto..... las estuve mirando pero no pedí precio, son pieas interesantes, abrazos!
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