


Maravilloso y agotador fin de semana Stryper metido entre pecho y espalda. Viernes Palencia, ambiente para olvidar de fiestas de pueblo, pero cutres, recinto aceptable y buen montaje... Stryper brutales como son ellos y posterios sesión de fotos y firmas con Robert Sweet que estuvo encantador. Domingo Madrid, otro cantar, sala llena y todo más incómodo... concierto algo distinto y más incompleto pero el ambiente a años luz. Peor sonido pero con un grupo así y con la calidad que hay se pudo ir arreglando. Una pena que no hubiera oración final, sí la hubo en Palencia porque es toda una liturgia el asunto. Lo mejor, el poder encontrarnos todos los amigos en Madrid, comer agusto en el Hard Rock y echar unos cuantos miles de risas.... excelsior!








