miércoles, 24 de diciembre de 2008
Los prismas, enigma sin resolver.
En el Camino de las Torres de Zaragoza, al lado de la nueva Iglesia de Santa Rita y el Colegio de Agustinos, existía en los años 70 un solar con casas semiderruídas donde nos escapábamos para jugar al escondite y otras maravillas. Un día se realizó un descubrimiento extraordinario. Semiescondidos en el suelo aparecían unas maravillosas barritas de cristal, que desde ese momento pasaron a llamarse prismas. El prisma se convirtió en objeto de culto, coleccionismo e intercambio. Todos los chavales nos pusimos en busca del tesoro... existían los amarillos y verdes claro, bellos pero poco cotizados, los opacos negros, blancos y lechosos, muy valorados pero estéticamente flojetes y, el gran tesoro, el prisma rojo rubí, dificilísimo y valoradísimo. He estado investigando porque viendo trabajar a los artesanos de Murano en la elaboración de vidrio artístico me di cuenta que utilizaban barras de cristal, ¡¡¡PRISMAS!!!, así que deduzco que en ese solar se encontraba una fábrica o taller artesano dedicado a la fabricación de vidrio de artesanía. No he encontrado nada en Internet ni en históricos del vidrio, pero tenemos que encontrar el origen de los prismas... algunos pensaban que los producía la tierra, o eran de origen selenita, jeje.... por lo visto no es así (no descarto el origen extraterrestre) pero sigue siendo un misterio. No conservo ninguno, Chino creo que tiene un ejemplar. Habrá que sacar el pico y la pala.
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