Tras la Noche de Valpurgis, como cuando chavales, doble sesión. A Aragonia a ver lo último de James Bond en V.O. (muy recomendable, imprescindible diría V.O.). 2,20 horas de sofisticación. Sam Mendes a la batuta y selecto grupo de actores de gran calado en la misma, solventes y en su sitio. Javier Bardem (es curioso pero en España no se dobla él) responde con sobresaliente al reto, está formidable el muchacho, sale, y sale con todas las de la ley. Skyfall es un película sofisticada, cuidada, estética, brutal y delicada, lenta y rápida, pero sobre todo es una buena película. Inicio excelente con escena de acción de libro, créditos bellísimos y luego Craig que es, a mi entender, ya el viejo lobo herido y cuestionado por el sistema, por edad y tiempo, pero bestia y pasional bajo la coraza. Escenas memorables, como la de casino de Macao (bis a bis en la barra) o en las lejanas tierras Escocesas. Skyfall es cine y del bueno, quizás demasiado larga para los más pequeños, demasiado meticulosa y demasiado estética, pero es Sam Mendes al volante. Me encantó. Hacía muchos días que no salía del cine con la sensación de haber recibido mucho más de lo entregado.
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