Seguimos con nuestro revisionado de obras magnas del maestro DeMille. En
este caso no metemos de lleno en su Cleopatra de 1934. Una sugerente
película llena de apetitosos ingredientes, un alto grado de erotismo y
curvas femeninas de las de "antes" y una Claudette Corbet pizpireta,
juguetona y cargada de magnetismo. Las nuevas restauraciones digitales
de estas películas les dan una patina de contraste y tonos de bn
maravillosa, más en este caso donde oropeles y riquezas deben brillar
como merecen. La película es majestuosa y entretenida y tiene algunas
escenas formidables, como ese inicio de travesía de la galera, el trono
final o los desparrames de desfiles y atracciones. Ganó el öscar a la
mejor fotografía y fue nominada a más categorías. Al parecer el famoso
Código Hays acababa de instaurarse y DeMille debe tener más creatividad a
la hora de exponer escenas sugerentes, de hecho la película empieza con
un desnudo integral en los créditos. La modernidad patente, la actitud
liberada y la sensación de fiesta hippie en algunos momentos transmiten
los momentos de un Hollywood que aún mantenía su espíritu bacanal pero
que, poco a poco, volvía a un tono mucho más conservador. Otra buena
noche de cine clásico.
La tengo, pero todavia no la vi. Me atrajo muchisimo la estética, la fotografia esos toques art decó.
ResponderEliminarAhora me incentiva más verla ;)
No es la mejor película de deMille, pero tiene momentos formidables y estéticamente es impecable... la belleza de los tocados de Cleopatra, la prestancia de varios romanos, o esos escenarios de cartón piedra. Hay una cosa que no termina de gustarme del maestro, es su manía de trabajar todo en estudio, odiaba los rodajes en exteriores.... y hay algunas escenas que serían maravillosas fuera de los viejos estudios Paramount.... pero él era así. Recuerda la escena del arranque de la galera, cuando Cleopatra seduce a Marco Antonio.... vista en gran pantalla debió ser el acabose... un abrazo!
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