Bonitos, baratos e inolvidables pequeños tesoros se han venido a casa en este supremo viaje caribeño. Uno de los que más me gustan es este calendario ESSO de 1957, previo a la Revolución del 59, cuando todas las empresas privadas huyeron de la isla, como la petrolera americana ESSO o la omnipotente Coca Cola, que según creo, tenía embotelladora en el propio Santiago de Cuba.
Se ven algunos bonitos planos de carretera de ESSO, pero me llamó la atención este americanísimo calendario de pared del 57, bellamente ilustrado, con todo el glam yankee y todas las referencias cubanas. Están muy cotizadas las piezas de la pre-revolución, y muchas gentes del norte de Europa se llevan bonitos materiales. Le compré esta pieza a un particular de Santiago, Michel, un tipo estupendo e hiper amable, que además de acogerme e invitarme a café en su casa, me enseñó su impresionante colección de arte-pop yankee y de medallas y chapas policiales. Persona humilde pero colección fabulosa.
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