domingo, 29 de junio de 2014

PORT ROYAL (Kingston, Jamaica)

Bueno. Vuelta a la ciudad y repaso de las cosas maravillosas vividas. Uno de los motivos de mi viaje era visitar Port Royal, la Sodoma de la piratería. Port Royal, antigua capital de Jamaica, era el "Las Vegas" de la piratería, donde bucaneros, filibusteros y corsarios, gastaban sus fortunas robadas en juego, mujeres y bebida. Auténtico emporio de malvividores. Los ingleses, tras una frustrada incursión en Cuba y viendo que iban de manos vacías a Inglaterra, viendo que los españoles poco tiempo e interés dedicaban a Jamaica, tomaron la isla, empujando, poco a poco a los españoles hacia su última partida en el norte, dejando el gran territorio en manos británicas.

No se les ocurrió mejor cosa que dejar la isla en manos de Henry Morgan, pirata bestial reconvertido en Gobernador de la plaza.... haciendo de Port Royal capital del vicio, el desmadre y las leyendas corsarias. Desde esta bahía partían los buques al asalto de Panamá, Trinidad, o cuanto hueco saqueable olisqueran los impresentables personajes, mala gente de pro, que el cine ha convertido en héroes, cuando no eran más que una panda de bestias.

A finales del siglo XVII un gran terremoto destruyó Port Royal hundiéndola en el mar, incluido el cementerio con los restos de Henry Morgan.... posteriormente ha sido azotada por varios seismos más convirtiéndola en los que es hoy en día, un pequeño pueblecito con algunos restos de otros tiempos.

El lugar contenía la bahía de Kingston, un espacio perfecto para singladura de buques y estratégico entre Panamá y España, lugar de salida para el asalto corsario a naves y plazas. Oliver Cromwell lo tomó para Inglaterra. Desde aquí Morgan atacó Panamá, Portobello y Maracaibo. Aquí vivieron Basiliano, Roberts, Davis, Mansvelt.... Los Ingleses estimularon que se convirtiera en plaza pirata ya que les era imposible controlar la zona. Tabernas, oro, prostitutas, riqueza inmesa pasando de unas manos a otras.

El terremoto y el posterior tsunami se llevó por delante la barrera de arena que sustentaba la isla, dejando una pequeña parte de la misma y acabando con una gran parte de la población. Tal es así que se pueden encontrar en inspecciones submarinas espacios y recintos en gran estado de conservación, todo un paraiso para los arqueólogos marinos.

Hoy en día no queda praticamente nada de lo que fue Port Royal, de hecho está casi sin explotar a nivel turístico... sus calles están muy dejadas y apenas quedan edificios históricos. Sólo la presencia de Fort Chambers, construcción defensiva británica afectada por posteriores terremotos, recuerda el poderío del lugar. La famosa Giddy House, semi hundida en la arena, piezas de artillería y algún espacio arquitectónico evocan tiempos mejores. Un humilde pero interesante museo contiene vajilla y materiales del XVIII y XIX que a todos nos suenan visualmente conocidos. 

Port Royal, la sodoma de los piratas, hoy en día olvidada y casi sin visitas.... un lugar con magia que fue, en su momento, el centro del universo.



















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