Siempre le he tenido un cariño especial a la industria de la conserva y el salazón por una cuestión familiar. Mi abuelo y mi padre tuvieron empresas relacionadas con este tema "Conservas Saz, Salazones" y claro, no he podido resistirme ante esta rareza incrustada en las Rías Baixas.
Este museíto (estábamos sólos) es una antigua nave donde se manipulaba y se preparaba el salazón, está en la Punta Moreiras, O Grove, un lugar maravilloso. En la playa aledaña, cientos de personas doblan el espinazo recogiendo almeja y molusco, es impresionante, parece Vietnam. En la preciosa bahía adjunta, decenas de barcas y barcos de pesca permanecen atracados como en una estampa de cuento. El lugar es diferente a todo lo que he visto nunca y el museo, lleno de aperos, latas de conserva, publicidad de salazones, maquinaria, objetos, anzuelos y extraños complementos merece visita, además sabiendo que era el lugar donde antaño se manipulaba este producto antes de salir rumbo a toda España.
Los gallegos, por lo que he visto, quieren y conservan estas cosas, como puede apreciarse en este bonito espacio, reflejo de una cultura de personas abnegadas, muy trabajadoras siempre en condiciones de gran dureza. Trato inmejorable en recepción y buenos consejos para comer en la islita.
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