LAS SARDINAS PRENSADAS Y MI ABUELO

Soy como una especie de pequeño arqueólogo de la historia familiar, a veces me siento como Safrán, el protagonista de "Todo está iluminado", je. Siempre que puedo busco pequeños papeles y materiales de la empresa familiar de mi abuelo y mi padre. 

He encontrado, a través de un coleccionista de Zaragoza, esta factura de la empresa de mi abuelo. Siempre ando detrás de estos materiales. Esta tiene varias cosas especiales. Primera, que es de una fecha interesante, 1936, mi abuelo contaba entonces con 27 años y estaba a punto de entrar en la guerra. Después lo de "depósito de sardinas prensadas". La sardina prensada, aunque parezca mentira, es un ingrediente muy típico de la ancestral cocina aragonesa. Se almacenaban en toneles de madera entre capas de sal, cogían un tono amarillento.

En este caso concreto mi abuelo le vende a un vecino de Villafeliche sardinas prensadas por valor de 24,40 pesetas. Me encanta la bonita escritura que tenía. Tiene partes que yo no conocía, como el sello (nunca visto hasta ahora), lo de "sucesor de viuda de I.Ruiz", viuda que pasó a ser su mujer, mi abuela (curioso el tratamiento) y el tono naranja de la pieza. Estas cosas me transportan a otros tiempos y me ayudan a entender muchas cosas, me resulta fascinante que se conserven, como las sardinas prensadas.