Visitar la DMZ era la actividad que más me atraía en la visita a Corea del Sur como amante de la historia y de los lugares donde pasan cosas de relevancia histórica que merecen cierto análisis. Visitar Corea del Norte se hace difícil para éste que escribe ya que cuando viajo no lo hago solo y bastante paciencia tienen conmigo yendo hasta las DMZ como para proponer un viaje a la dictadura más férrea del mundo, se antoja platillo indigesto para quien no ama lo bizarro, extraño y diferente.
Son tiempos de tensiones en la zona y es muy fácil, como ha sido mi caso, que estén canceladas las visitas a la DMZ, las maniobras de la flota norteamericana la mantuvieron cerrada casi todos los días, pero surgió una ventnaa de un día que fue aprovechada, en nuestro pequeño tour, por un grupo de norteamericanos y éste que escribe. La visita solo se puede hacer con guía y organizada por libre es imposible. Nuestra guía fue exquisita y magnífica en explicaciones, sensibilidad, inglés y educación, no se puede pedir más.
La visita completa, si alguien afortunado puede conseguirlo, incluye la JSA (Joint Security Area) que hemos visto en algún documental, con sus famosas casas azules, tan icónicas. Pero desde que está el nuevo presidente sur-coreano y con las tensiones actuales esta visita está cancelada sine-die, con la consiguiente frustración de este curioso. Pero cierto es que volví muy satisfecho, reflexivo y lleno de imágenes en mi cabeza tras haber visitado un lugar completamente único en el planeta, claro ejemplo de la estupidez del ser humano, del sinsentido de las guerras y del inmenso dolor que sufren los cientos de miles de personas, familias, amigos que nunca volverán a encontrarse. La propia guía nos preguntó si pensábamos que podría producirse una unificación, con ojillos de esperanza, ni uno solo de los que íbamos en el bus le dijimos que sí, tienen mucha más esperanza ellos que los que vemos el tema desde fuera, desde luegos los norteamericanos soltaron al unísono ¡NO!.
Elige bien la empresa que ha de llevarte, es importante... si el hotel es de confianza déjate aconsejar, no es un asunto baladí. El viaje no es de risa, es muy serio y debes cumplir estrictamente las normas o garantizo que uno se puede meter en problemas. Lleva el pasaporte a mano, en todo momento y mucho cuidado con hacer fotos sin permiso o tendrás un problema.... se respetuoso, yo intenté serlo aunque capturé alguna imagen fugaz.... tengo una foto en los túneles de carácter personal pero tuve que pedir permiso a la zona de información, me lo dieron tras consultar a una funcionaria muy severa.
La visita tuvo, en mi caso, tres etapas. El viaje es un espectáculo desde el propio bus, la zona está completamente blindada. incluso los dos kilómetros de exclusión total han permitido que aves y naturaleza prosperen de forma increíble convirtiéndose (paradojas de la vida) en un espléndido espacio natural. Al pasar uno de los puentes inmensos que te introduce en la DMZ el ejército entra en el autobús, está pohibido documentar esa "visita", se llevan los pasaportes de todos, los devuelven tras un rato de inspección. En la escala de Imjingak Park la guía se vuelve a llevar todos los pasaportes para documentar y controlar a todos los visitantes, según como esté el cotarro la espera puede ser de una hora o dos, mientras tanto no es mala cosa visitar el lugar.
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