Un lugar que se torna entre histórico, bizarro y práctico dentro de la DMZ. Aquí el bus (que te lleva hasta donde te pueda llevar según las circunstacias) realiza un stop para que la persona-guía gestione los pasaportes en el centro de control donde vaya usted a saber qué tipo de controles hacen del asunto. La espera no es aburrida, ya que en el lugar se encuentra la línea ferroviaria que los cándidos de los coreanos del sur desean que se ponga en marcha para conectarles con Asia (lo llevan claro), el puente volado en corta todo tipo de comunicación con Corea del Norte, bastantes puestos de control, monumentos simbólicos de las separaciones familiares y una zona llena de elemento simbólicos de paz y reencuentro.
Un altar donde se reza por los familiares deaparecidos, una locomotora recuperada entre la maleza que aparece como símbolo de la vieja comunicación, una campaña de la paz, la verja con lazos de colores con deseos, un eztraño minibúnker que se explota de forma privada, cafetería, servicios, un mini ¿¿parque de atracciones?? y un par de puestecillos de gadgets bastante interesantes.... hay una mesita con un sello curioso (para el pasaporte?) yo por si acaso, jaja, no me lo sellé. Las explicaciones son claras y meridianas, hechas sin rencor y sin odio, muy pragmáticas. Tuvimos un problema además de que uno viajero norteamericano se quedó dormido en una zona de descanso y, por los pelos, casi se queda allí, porque la visita esta my reglada en tiempo y forma... eran día densiones y todo estaba como cogido con hilos, daba la sensación de que en cualquier momento toda la visita se iba a cancelar. Me llevé un toque de atención por hacer la foto del puente y de las casetas de control.
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