Es uno de mis espacios preferidos de la ciudad y, por desgracia, Telefónica lo abandona. Dicen que viene un Primark, que Dios nos coja confesados, tabla rasa. Un espacio de aquellos locos años 20, con materiales Art Decò, cristalería de la Veneciana y materiales nobles. Espero que sepan mantener su valor.
Adjunto un par de malas fotos hechas por este merodeador y otras que ha publicado Heraldo de Aragón.
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