Encontrado esta mañana en el rastro. Me encantan los complementos de Scalextric, su sencillez y magia, sobre todo los de los años 60, tan analógicos, tan humildes, tan acordes a otro tipo de forma de entender los juguetes y el automovilismo, más de rally urbano o carrera destructora en campiña británica.
Esta pieza, simple pero muy bella, es tan sencilla como una placa de plástico con doble cara, con dos viejos adhesivos pelín revenidos y que tocaré lo menos posible con dos varillas metálicas adjuntas a un pié verde que se calza en la pista de rigor.
He sacado a mi viejo "bandera de meta" para que forme un bodegón acorde a la captura. Lo dicho, estos materiales pegan bien con los Mini-Cooper, los Chaparrales o los viejos Jaguar, encajan en un pueblo francés o el el primigenio rally de Alcañiz.... están a años luz de los Fórmula 1, los counters digitales y todo el universo virtual, son arqueología juguetera que me hace muy feliz.
Creo que tengo que hablar con mis amigos para hacer un Scalextric vieja escuela, con coches anteriores a 1980, escobillas sucias, motores llenos de carbonilla, vallas blancas de las de siempre, lap-counter analógico y mandos de los de pulgar.... un poco de olor a escobilla quemada y a transformador de los que funcionan más que mal.
2 comentarios:
A eso he dedicado yo parte de estos días: a sacar el Scalextric setentero y disfrutarlo.
Pues es un gran placer.... pero el de los 60-70..... el analógico, con todas sus exquisitas imperfeccciones... abrazos
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