Hace una semanas posteaba la triste noticia del cierre de Faustino. Sus cristaleras opacadas con papel me habían enviado una señal errónea. Un querido amigo me remite estas imágenes de este mismo fin de semana donde puede apreciarse que el mítico establecimiento permanece activo. Mis disculpas, debe ser la paranoia comercial que envuelve la ciudad y me saca la mirada pesimista.
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