Luces y sombras en este zoo dominguero de especies extrañas que es el rastro de San Bruno. Hoy ha sido una jornada de claros y oscuros, a algunos el espíritu navideño se les convierte en amargura y falta de educación.
Partamos de el hecho, irrefutable, de que servidor tiene un trato exquisito hacia todos y cada uno de los vendedores del rastro, son personajes y personas que forman parte de un escenario conocido.... son muchos años de pasear por sus puestos. A algunos les compras, a otros no, más que nada porque la mercancía que ofrecen no te interesa, no veo ninguna placa en el acceso a la plaza que ponga "obligatorio comprar".
Hay algunos que tratan bien exclusivamente a los coleccionistas de cartera amplia que compran y gastan en abundancia y a los extranjeros. A los que somos de humilde adquisición suelen mirarnos con desgana. Otros, aunque no les compres, son ya amigos. A todos, y digo a todos, les saludo con un "buenos días", y a casi todos lo acompaño con un "¿todo bien?" que suele ir acompañado de una palmada en el brazo si se tercia. Además, hago mi humilde reportajillo semanal que oye, mucha gente me pregunta por piezas que ellos venden y yo les remito desde aquí al vendedor oportuno, vamos, que les hago un poco de humilde marketing.
Pese a todo ello, algunos son desagradables, fríos y huraños, yo creo que es que son así, simplemente, hasta que sacas el billete de 100 euros (el que lo lleve) que entonces las sonrisas crecen. Hoy saludé a uno, me dijo que no estaba bien, le desee que se mejorara. Saludé a otro que siempre me pide información y yo generosamente se la doy y que, en compensación, me propone precios más caros que a la gente, curiosa relación. Otro ni me saludó, estaba con un gran coleccionista de los que suelta la gallina. Otro, al que nunca le compro nada me saludó cariñosamente, buen tipo, otra pareja que son encantadores me hicieron un regalo para mi señora, soy cliente habitual, humilde, pero es un detalle que se acuerden de ti. Una señora a la que nunca le compró pero siempre le pregunto por su salud pues estuvo muy maja enseñándome cosas chulas. Mister 50€, no es coña, tenía alguna pieza interesante.... le pregunté por una y me pidió 50€ (lo digo en serio), le felicité por el material y seguí mi camino. Otro que tiene un puesto espantoso de materiales invendibles ni me saludó porque nunca le compró. Otro, majo giitanillo al que nunca le compro, me preguntó por la familia y echamos unas risas. Otro que tiene maravillas pero que es frío como el hielo, me dijo buenos días obligado por mi amable saludo, es más majo cuando le compro. Otro, un amargado, si puede me huye en cuanto me ve, pero yo le saludo, suele tener gran gusto y le he comprado piezas interesantes. Otro que es claramente bipolar, carero y que un día te escupe y otro te dice hola hoy me dijo hola porque quería información sobre unos materiales, información que cumplidamente le di. Otro, que es un tipo encantador al que casi nunca le compro nada, me saludó y hablamos de la fría mañana, buena gente. Otros, que venden material de quinta me saludan de mala manera porque este que escribe no compra material de quinta. Y dejo para el final la sombra del día.... un caballero que me conoce hace muchos años, con el que siempre soy amabilísimo, es serio pero el trato es normal, incluso le suelo preguntar si las cosas le van bien, le solemos comprar cosas, tenía un material interesante que quería mirar con detenimiento... he hecho alguna foto a dicho material con el fin que todos ustedes conocen, no para mirar nada online, incluso le he pedido precio por una cosa cuando, de repente, me ha arrancado bruscamente el material de las manos, de una manera intolerable, no me ha dejado verlo, me ha echado en cara que "solo haces fotos" cuando le he comprado muchas cosas, se ha comportado de una manera miserable, ha sido un trago amargo.
No volveré jamás a su puesto ni pondré nunca ninguna fotografía de su material. Espero que reflexione sobre su comportamiento, absolutamente maleducado e inadecuado con un amable visitante, como soy yo. Espero que nunca me vuelva a preguntar algo sobre lo que tiene en su mesa, como alguna vez lo ha hecho en el pasado y que le respondí y resolví cumplidamente. Comportamientos así hacen que el Rastro de San Bruno sea a veces una experiencia lamentable, una jungla llena de humores distorsionados e inesperados.
8 comentarios:
Juguemos al quién es quien. ¿Lleva gafas y tiene pelo?, se pone enfrente de otro puesto con cosas de la europa del Este?
No no lo dire jajaja…. Una penica Ruster, una penica
Yo hace un mes que dejé también de mirar uno de los puestos. Lo siguiente será pasar por delante con un fajo de billetes bien aparente
Que pena la verdad, toda una pena, abrazos ruster
Well done, my friend. No se puede ir contra la propia naturaleza, ni tú siendo amable y educado, ni el orco comportándose como tal. Fuerte abrazo.
Cero conflictos.... yo creo que en estos tiempos tan agresivos y de constante ladrido no es mala cosa echar arena al fuego, mirar a otro lado, seguir uno su camino e ignorar a los que muerden, que el mundo es muy amplio e interesante y el tiempo muy valioso como para perderlo con ciertos personajes... abrazos
Ayer quise comentarlo pero al final no pude. Por desgracia tipos como ese los hay por todas partes, con el primero te comes el coco, pero al segundo o tercero ya pasas. Por suerte son los menos así que ánimo. Un abrazo
Es parte del escenario efectivamente, abrazos fuerte
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