Este edificio singular e histórico, con tantas cosas que decir, es muy poco visitado por los zaragozanos. Sito en la calle Diego Dormer, enfrente de otro edificio muy interesante que alberga el Archivo Histórico, puede visitarse los fines de semana de 11 a 14 horas por un módico precio de 3 euros, que conlleva una visita guiada de 45 minutos hecha con gran calidad.
El Palacio en el que se ubica la Maestranza es renacentista aragonés, del siglo XVI, mandado edificar por Don Miguel Donlope, un notable jurista con gran poder en Zaragoza y que fue perseguido por la Inquisición. Se desconoce la autoría del mismo aunque se constata la intervención de artesanos de primera división nacional. Su ubicación, al lado de La Seo, muestra el poder que tenía este personaje en la Zaragoza del XVI. El alero, impresionante, es símbolo de status, el patio interior flanqueado por 8 estupendas columnas de alabastro, es el único abierto al aire libre que queda en nuestra ciudad. La escalera, y sobre todo, la techumbre de la misma (pieza rarísima y única), es una delicia realizada por el fustero Bernat Giner. Los salones son auténticos, suelo de esparto con alfombras rojas, techos del mismo fustero, retratos de todos los tenientes hermanos mayores de la Maestranza. En el sótano también pueden admirarse las caballerizas de Donlope, único resto de este tipo conservado en Zaragoza. Las bodegas no están abiertas al público. Es curioso ver como, en un ala del edificio, todavía hay 3 viviendas habitadas por particulares.
Un lugar fantástico para conocer algo de la historia de la ciudad, saber de la interesante Cofradía de Caballeros de San Jorge, de los Héroes de los Sitios y de la actual Real Maestranza. Escondido en una calle estrecha, su exterior no muestra la autenticidad y amplios espacios que dentro pueden disfrutarse. Fantástico. (Fotos: Ayuntamiento de Zaragoza)
2 comentarios:
Magnífico edificio, sin duda. Hace un tiempo tuvimos la ocasión de visitarlo de época, después de un acto. Realmente merece muy mucho la pena.
Sí señor, además bastante desconocido por los propios zaragozanos, no crees? Fuerte abrazo
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