De la bonita joyería, ubicada en lugar preferencial, Coso 50, queda exclusivamente la arquitectura de la fachada. Este edificio es propiedad institucional, creo que de la Diputación Provincial de Zaragoza. La DPZ, a través de la Fundación Fernando el Católico, a mi entender, hace una buena labor en la conservación de patrimonio. Aquí no estuvieron finos destruyendo todo el interior, pero por lo menos no pulverizaron la madera exterior. Una lástima que no tuvieran la delicadeza de mantener los viejos rótulos de cristal pintado, eran exquisitos. Es recordado el suelo del interior, la carpintería y los mostradores. Un espacio de privilegio para un comercio ya olvidado.
2 comentarios:
Es estupendo que desde hace un siglo, se pudieran comprar joyas Zaragoza. Hoy en día obviamente ya hay mas lugares.
saludos
Je..... saludos
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