la Cigale, en Nantes, es un restaurante de visita obligada. Comer no es barato pero si uno quiere vivir la sensación como cliente todo es tan sencillo como disfrutar de un delicioso y barato desayuno francés. Te tratan como un duque y la vista se recrea con su decoración. Trato amabilísimo y curiosos compañeros de espacio, sofisticadas señoras con pequeños perros, adinerados caballeros y algún visitante fuera de lugar, como el que escribe.
El comercio es un ejemplo paradigmático del art nouveau más excesivo. Como cerca tiene espacios teatrales y operísticos ha sido frecuentado por grandes figuras del arte, como el mismo André Breton o Jacques Demy. También se han hecho rodajes cinematográficos. Es un ejemplo impresionante de referencia, catalogado y conservado, de las bellísimas braserías francesas del XIX.
2 comentarios:
Un milagro que aún perduren establecimientos como estos, un aplauso para los dueños.
La Cigale ha pasado sus penurias, pero está catalogado desde los 60 creo, y tienen que conservarlo... son las administraciones las que tienen que velar por el patrimonio, el particular ya sabemos. Un abrazo
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