domingo, 3 de abril de 2022

MARATÓN DE ZARAGOZA. FILÍPIDES NO HUBIERA PODIDO AVISAR A ESPARTA

El concepto de Maratón, según tengo entendido, viene de la famosa batalla de Maratón, 500 años antes de Cristo. El bueno de Filípides, según cuentan los relatos, se calzó más de 40 kilómetros para avisar a los espartanos del desembarco de persas en Maratón... el heraldo, destrozado por el esfuerzo realizado, murió tras dar la noticia, un fenómeno.

En el siglo XIX, en honor a dicha gesta, se incorpora a los Juegos Olímpicos esta diciplina, con un curriculum un poco sospechoso por el triste destino del inventor. Hoy en día la maratón se ha convertido en algo casi cercano a la batucada, al aerobic, una especie de gestión del ego popular. Se que estos comentarios me traerán algún misil lateral, pero bueno, de momento sigue existiendo libertad de expresión y hablo tan solo desde mi opinión, humilde y tangencial.

Como decía,  en los tiempos que vivimos, cualquier ciudad medianeja que se precie tiene que tener fiestas populares, un museo ruidoso, un aeropuerto inútil y una maratón, por lo menos en España. Cierto es, como en todo, que hay un grupo ultraprofesionalizado y serio de atletas que se ganan sus buenos dineros de fiestuqui en fiestuqui y se las llevan crudas, y que también hay corredores amateurs que se entrenan todo el año para hacer turismo y experiencia de este tema, pues que lo disfruten. 

Pero vamos, el maratón se ha convertido en un acontecimiento social de marketing urbano, donde las ciudades buscan presencia en medios, las marcas sueltan la gallina y cualquier participante se lleva, su camiseta, la bolsica, regalos, agua, y sobre todo (quede el primero o el 8.978) una medalla, como en el cole, para hacerse una fotico selfie y colgarla en redes, al fin y al cabo, es una maratón (aunque sólo hayas hecho un quinto del recorrido de la misma). También es importante el dato tiempo.... "la hice en tanto tiempo"... guau! estupendo.. pero entregaste el mensaje en Esparta o no?

Luego viene el escenario, exquisito para el ciudadano no acostumbrado a gestas mitológicas. sino más bién al descanso en fin de semana, al café con prensa, al paseo con perro o simplemente a tomar el sol. Pero todo sea por los titanes. Nada mejor que una persona, megáfono en mano vociferando de manera sideral en una calle céntrica a las 9 de la mañana de un domingo, animando a esos colosos del deporte, a Marcial, Vicenta o Pascual... o esa deliciosa batucada brasileira (de estilo aspiracional brasileiro más bien) aporreando con ritmo acuciante, cuando un humilde y delgadito corredor ocupa, en solitario, una gran avenida. Excelentes esos gritos de ánimo, los pitos, las bocinas, la pasión por el deporte se desborda. No te digo nada si estás de visita en Zaragoza y, por casualidad, te apetece extasiarte en el centro con la familia, sonido fulminante en la Plaza del Pilar, locutor inaudible en el Ayuntamiento, locura, desborde, éxtasis glorioso, qué experiencia, para no olvidarla, pedazo sorpresa.

Pero bueno, todo por el deporte. Además, imaginen ustedes que por un casual, usted viviendo en el centro no se, tienen una comida familiar, una urgencia a la que acudir, un padre al que asistir, un funeral de un amigo al que ir, una hija a la que ir a buscar, un depósito de gasolina que llenar, un hijo al que llevar a una estación de tren o un aeropuerto, una urgencia médica que solucionar, es muy sencillo, no podrá hacerlo. La ciudad se bloquea por el orgasmo deportivo. Voluntarios cariñosos, humildes y cercanos, reyes y reinas por un día con chaleco reflectante en ristre, en el caso de que preguntes ¿Cómo llego a mi casa? te responden "usted sabrá esto tiene permiso del Ayuntamiento", policías municipales solícitos ante esta misma pregunta responden "no puede, salga de la ciudad, circule". Tampoco puedes parar tu vehículo, por descontado porque toda la ciudad que no disfruta de este beluga deportivo está bloqueada y la fila que va detrás de ti (durante más de una hora) no puede pararse, aunque se mueva como una oruga.... entonces qué hacer?. Salir de la ciudad... tras hora y media de atasco.... rodear la urbe y lanzar los dados buscando hueco, eso sí, disfrutando de las banderolas, las marciales figuras de los corredores en su esfuerzo sobrehumano, las fotográficas estampas de los estiramientos musculares en las esquinas y las fotos familiares con los héroes griegos luciendo medalla. Mereció la pena, dos horas y media metido en el coche en el centro de la ciudad, medio depósito vacío, todas las gestiones sin hacer.... pero ostras, que experiencia!!!

Luego, además, lo mercadillos dominicales que obviamente han pagado su tasa municipal con religiosidad no se nutren ni de vendedores porque no puden acceder, ni de visitantes, porque no pueden ir. Pero eso sí, todo queda compensado con ese atronador, carnavalero y relajante sonido maquinero del evento en el centro.

De una cosa sí estoy seguro, si el pobre Filípides, que en paz descanse, tuviera que entregar hoy al alcalde de Zaragoza un mensaje de parte del de Pina de Ebro ante una inminente invasión enemiga, no hubiera podido hacerlo, no por no tener cualidades para ello, sino porque un voluntario, un policía municipal o un delicioso grupo batuquero no le hubieran dejado, con los siglos los retos han cambiado.... antes eran guerreros, colinas, nieves, bestias, personajes mitológicos de 10 kms de altura, hoy es la propia maratón, ha tomado vida como una Hydra multifuncional.

¿Dónde quedó el espíritu olímpico?. Pues en el mismo sitio que el cívico.





3 comentarios:

Langsdorff dijo...

Todo evento público o privado en España tiene que ir acompañado de música a todo trapo (distorsionada, lo que cuenta es el volumen brutal) y el sempiterno vocero.

daniel dijo...

Langsdorff, Todos no lo sé, pero de los deportivos doy fe de que esa afirmación es rigurosamente cierta… A mi me ha tocado estar esperando para hacer las fotos del podio justo al lado de los altavoces y he vuelto a casa con un dolor de cabeza de los que te dura todo el día. Otro tema es las toneladas de basura plástica que generan este tipo de eventos: miles de botellitas de agua y otros saludables brebajes, merchandaising de todo tipo, envoltorios varios, bolsas de plástico, etc… todo bien serigrafiado y de un solo uso… la publicidad manda.. Supongo

Antonio Saz dijo...

Como dice Dani, la publicidad manda... esto es un evento de marketing, va mucho mças allá de lo deportivo.... y efectivamente, habría que. Hacer una profunda reflexión sobre las consecuencias mo sostenibles de estos evemtos, y sostenibilidad también es calidad de vida, paz y tranquilidad... abrazos

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