EL TYRREL FORD F1 VA AL TALLER

Bueno, ha llegado el momento de llevar al viejo Tyrrell Ford al mecánico y sacarlo del granero. Es curioso lo bien que se he conservado la caja de este coche y lo desastroso de su conservación por éste que escribe, responsable de su estado actual.

Y todo tiene una explicación. El verde que aparece es un resto de otro coche que nunca llegué a usar, pero el amarillo llegó a mis manos de forma original. Un coche de complejísima conducción, velocidad excepcional y mínimo peso. Muy sutil en el agarre y capaz de realizar una aceleración brutal, requería de un delicado uso del potenciómetro. Esa ligereza combinada con la fuerza meteoro conllevaba tremendos accidentes con unas vueltas de campana sin parangón. Con un Sigma, un Chaparral o un pesado Porsche 917 podrías accidentarte, sí, pero con uno de éstos acababas en el quinto graderío. Eso sí, si mantenías el tono y la calidad, nadie podía contigo. El Ferrari B3 F1 que salió posteriormente "Niki Lauda" tenía las mismas cualidades pero una apuesta mayor por el peso que lo hacían, en mi opinión, el mejor coche que yo he pilotado en una pista de slot. Le dedicaré un post aparte.