Soy un fiel aplicador de los principios vitruvianos, no en la arquitectura ya que no me dedico a tal fin, pero siempre me han ayudado a no desviarme de la ruta en proyectos, diseños y soluciones. Belleza (Venustas), Firmeza (Firmitas) y Utilidad (Utilitas), normas de oro para cualquier proyecto arquitectónico que el romano ya plasmó en su tratado, el primero de la historia de dicho arte.
Cualquier proyecto de diseño, decoración, una app, un buen automóvil, un puerto o un tirachinas. Belleza, firmeza y utilidad, qué sencillo y qué difícil. Pues en nuestra ciduad, en una de los lugares estrella de la capital siguen empeñados en no hacer caso al arquitecto de César y repiten, una y otra vez con proyectos donde la belleza, obviamente, no aparece, más bien se rememora la vieja arquitectura del Berlín este o la antigua DDR, la firmeza está por demostrar a orilla de un Ebro bravo y, a veces, traidor. De la utilidad ya poco puedo decir, porque ni se espera, una auténtica y poco interesante colmena en un lugar donde el tráfico manda además de el ruido y el huracanado cierzo.
Nacido feo, firmado por Ebrosa, antiguo antes de ser entregado, condenado al mediocre gris y afrenta hacia la Venustas de la ciudad.
4 comentarios:
Horrible. Y los buzones en la calle, al alcance de cualquiera.
Para mi un atentado al pobre skyline maño, de verdad. Creo que se pueden hacer las cosas de otra manera en un espacio como esa plaza. Frío, asimétrico, con un color aplicado de manera tibia y sin personalidad, vulgar, por orgánico, cero sostenible, una pena de propuesta. Será de Ebrosa pero como si es de Palladio, una castaña en mi opinión. Abrazos
Y los balcones angostos y semitapados por mamparas. Una pena
Un desastre sin duda... abrazos Jesus
Publicar un comentario