Tres figuras de lo mejorcito de los años 70. Muhammad Ali (The Champ) es, quizás, una de las figuras de acción mejor esculpidas de los siempre toscos pero fascinantes Mego, no caracterizados por la ejemplaridad en calidades y maniquíes, en este caso abrieron la hucha. Por otro lado Congost, Mattel en España por aquellos tiempos, rompió moldes con excelentes propuestas como el gran Big Josh, leñador de pro rompe tocones o el Doctor Acero, con esa expresión malvada e impresionante tatuaje en el pecho. Las figuras de Congost tenían un gran trabajo anatómico, además del golpe provocado por la palanca de la espalda o esos bíceps que se convertían en máquinas de matar al flexionar el antebrazo. Por contra la enorme fragilidad de las articulaciones de caderas y hombros, además de una cierta obsolescencia en los materiales. Con el tiempo estas figuras, poderosas en otro siglo, han tornado en frágiles al quedar rígido el cuello y las partes más flexibles. Hay que tratarlas con el cuidado que merecen como venerables ancianos.
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