Cada año que me acerco al Salón del Cómic siento, como decía el otro día Garci en una entrevista, que mi mundo está desapareciendo. No creo que sea tanto eso como que hay muchísima producción de cómic nueva, tremebunda, y el 99% de ella es desconocida para mi y tampoco hago grandes esfuerzos en hacerlo. Además del universo Manga con el cual tengo cero vínculo con todo lo que me fascina Japón y su cultura, pero aquí no encajamos.
Es un error por mi parte, o no, pero prefiero mantenerme en mis universos, completarlos o descubrir un poco más hacia atrás, hacia la primera parte del siglo XX, no se, es el espacio cultural donde me divierto más.
Bastante gente y muchos autores firmando. Poco material para éste que escribe y algún vendedor que venía de pasar por Barcelona, pues con el jamón vendido. Eso sí, inalterables, maravillosos, talentosos y tenaces, los chicos de Palmeras & Puros, Rueda y Furillo, completando una nueva entrega, manteniendo ritmo de creación, cercanos y sencillos, gente de lujo la verdad. De casualidad he conocidoa Ricardo Peregrina, me ha caído estupendo y hemos mantenido una conversación la mar de Brugueriana.
Del Salón siempre se saca algo, pero bien es cierto que tengo que hacer un reencuentro con el de Barcelona y el de Madrid a ver si pesco un poco más en los primeros setenta años del siglo XX y puedo sentir que este viejo amante del tebeo está un poco más en su jungla, porque la de Zaragoza cada vez me resulta más lejana y hostil, es lo que tiene ser un animal en extinción.
2 comentarios:
Muy de acuerdo en tu reflexión. Será cierto que algunos somos ya especies en extinción. Hecho mucho de menos, aquel Salón del Cómic, donde abundaban los viejos tebeos, que tanto nos gustan. Abrazote de Javier.
el tiempo pasa para los tebeos y las personas, seguiremos en otros foros un poco más veteranos, abrazos
Publicar un comentario