Me entristece ver como, año tras año, mi querido rastro de Tarragona va agonizando lentamente, no se cuanto va a durar. Siempre ha sido un lugar pequeño, divertido y acogedor, hablamos de entre 25 y 30 puestos. Ahora apenas una decena de vendedores se muestran en el bonito y cómodo emplazamiento. Me comentan que se está creando un nuevo mercadillo los viernes, cerca del mercado, no le encuentro mucho sentido, en fin, son los tiempos que corren. Pese a todo es importante estar atento porque aparecen cosas pequeñas e interesantes, a precios magníficos. Un Seat 600 y una bruja de Exin Castillos lo demuestran.



































4 comentarios:
Una pena la verdad, yo por ejemplo he cambiado la cita de Reus los sábados por la cita tarraconense dominguera, y eso que hay vendedores que hacen ambos rastros,todo cambia y generalmente no es a mejor...
A mi me da pena porque he conseguido amistades y alguna cosa más que chula, sobre todo por los vendedores, casi amigos, en fin, la vida sigue, abrazo hermano
Con insistencia siempre sale alguna cosilla ...
Chulo el aeródromo japonés con el Zero !
Sí, le tengo mucho cariño además, en fin, la vida sigue, abrazos
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