¿Qué mejor momento para ir al cine que un día de final de fútbol? Pues por fin me acerqué al querido y kitch cine Cervantes (qué cómodas siguen siendo sus butacas) a ver la esperada y aclamada "El Gran Hotel Budapest".
La película es un compendio de sensaciones maravillosas. Hay muchas cosas en ella que me encantan, el aroma decadente, el gusto por el detalle estético (excelso), el abanico de inmensos actores, todos ellos fabulosos, ese aroma dieciochesco para el Hotel en esplendor, y mejor aún, ese tono de Este decadente soviético de los 60, para la situación actual, que me parece divino.
La película me recuerda un poco a esa loca carrera que fue "El baile de los vampiros" y aquel Polanski agitador y gamberro, también tiene mucho de imaginería Burtoniana y gusto por lo analógico y manual. Preciosas las animaciones y los efectos queriendo parecer imperfectos, creo que es una de sus grandes maravillas, y grandes escenas locas llenas de creatividad desbordante. Textos ampulosos, llenos de palabras fantásticas, recargadas, ritmos chaplinescos aquí y allá, Ralph Fiennes en uno de los papeles de su vida sin duda.
Carcasa llena de placeres la de este Hotel, disfrute estético de buffet libre, quizás es tan lujoso el envoltorio que no permite acercarse tanto a unos personajes llenos de matices, muy interesantes, eso lo dejo para un segundo visionado. Muy buen doblaje, la peli no es sencilla, y extraño el formato 4x3, quizás intentado darle un toque retro, pero se me queda corto para esos salones enormes y esos paisajes nevados sin fin. La dirección de arte es esplendorosa, el vestuario un deleite, maquillaje portentoso, música divertida y muy adecuada.
El Gran Hotel Budapest me parece gran cine y pone en el candelero, más aún, a un tipo, Wes Anderson, que pinta fuerte a corto medio plazo como uno de las bestias del futuro cine estético.
4 comentarios:
Aquí si que te doy la razón. Me pareció una película genial y todo lo que aquí reseñas se queda corto. De lo mejor que he vito en mucho tiempo, y los actores están muy bien escogidos. Una muy grata sorpresa. Felices vacaciones querido Antonio! ;)
¡Qué bueno el cine Cervantes y esas butacas en la fila de los mancos enfrentadas al pasillo central! Veías las pelis con los dos remos estirados,¡Como un señor!
Yo opte por ver el futbol... Tampoco me fue mal, jejeje.
Sabía que te gustaría porque es una película estética en esencia.... no es que me quede corto, es que creo que recurre a las cosas en exceso, debería dosificar un poco tanta información, me abruma un poco. Pero es buen cine, es una buena peli, abrazos BK.
El Cervantes está en muy estado Gutifa, las butacas de esa fila siguen siendo las más deseadas, está claro.... enhorabuena por el fútbol.... no vi el partido sólo una galopada impresionante de un galés sobrehumano, fuerte abrazo.
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