domingo, 20 de abril de 2014

Lo superhéroes se han puesto muy serios

No me compro ya tebeos, muy muy poquitos, casi ninguno de los viejos y queridos superhéroes, tan en boga hoy en día. Pasó mi tiempo de capas y colores.

Me han regalado este buen tebeo, Los Nuevos Vengadores "Illuminati", muy bien trabajado, con Brian Bendis, Brian Reed y Jim Cheung. Trabajo exhaustivo gráfico, postproducción en color soberana. 

Pero algo ha muerto para mi en relación con los viejos héroes Marvel, se rompió aquella conexión tan querida. Y eso que estos Nuevos Vengadores son tela, Namor, el grande, Reed Richards, Ironman, el prodigioso Rayo Negro, héroe bestial, Doctor Extraño y Xavier... apariciones de Skrulls, Galactus, en fin, buen reparto. Pero se han puesto tan serios los superhéroes, tan metafísicos, tan profundos, tan importantes, pero todo ello en la superficie, sin profundidad, sin esencia. 

Lejos quedan los diálogos brillantes de antaño (que los habrá en otras colecciones seguro), la sencillez y la ingenuidad de los entornos y los problemas, la sencilla dicotomía entre el bien y el mal, todo es mucho más complejo, excesivo y en consecuencia, alejado de mi vieja escuela. Son otros tiempos y son otros públicos, entre los que no me encuentro.... no hablo de nostalgia ni del manido "en mis tiempos", sólo me reafirmo en el menos es más.... no hace falta hacer muchos trazos para que el dibujo sea prodigioso, no hace falta ser excesivo para que el universo sea complejo ni hace falta ser serio para ser atractivo, una buena historia es buena en su sencillez y en sus matices, menos es más repito.

También queda muy alejada la parte humana de los héroes, no hay sonrisas, ni debilidades.... tampoco hay grupos heterogéneos, todos son bestiales, superpoderosos y siderales, poco espacio para gente de arco y flecha, de escasos recursos y vida normalizada. 

Recuerdo que el gran impacto que tuvo el gran Peter Parker, en aquellos últimos 60, fue su cercanía con los lectores, su parte humana, sus sencillos problemas, perder el traje o pelear con bandas de poca monta. Su cotidianeidad, su sencillez, como la de aquel Capitán América urbano, o Powerman, o tantos otros, era maravillosa. Ahora se juegan universos y dimensiones como quien coge el bus. Bueno, lo dicho, esto de las mallas se ha puesto muy muy serio.


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