Leo con tristeza en El Mundo que cierra uno de mis establecimientos preferidos de Madrid, la Cafetería Santander. Absolutamente sixties y con una barra que quita el hipo, flanqueada por camareros de los de siempre, prestos y profesionales, con una tortilla de patata conocida allende los mares y esas clásicas porras deleitosas.
Me da mucha pena que estos establecimientos no pervivan, son parte de la historia de la ciudades y las personas, pero son los tiempos que vivimos.
https://www.elmundo.es/madrid/2019/07/03/5d1b9aad21efa0dc0e8b468d.html
Fotografía: El Mundo: Sergio González
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