Siempre me ha llamado la atención la marca Bialetti, muy desconocida en España, enormemente popular en Italia. En 1933 fue Alfonso Bialetti el que introdujo la clásica cafetera italiana (la moka) al mercado inspirándose en el trabajo de unas lavanderas.
En Italia la marca explotó a mitad del siglo XX, entre otras cosas gracias a su excelente publicidad y al “hombrecillo con bigote” (magistral) diseñado por Paul Campani que se hizo popularísimo gracias al programa de televisión Carosello. Desde los años 50 hasta la actualidad Bialetti ha vendido 300 millones de cafeteras. En las ciudades italianas medianas y grandes nos es difícil encontrar tiendas de Bialetti, siempre que me encuentro una entro a olisquear materiales, en esta ocasión he adquirido una sencilla taza de desayuno y de paso me he llevado una bolsa publicitaria digna de enmarcar.
Un detalle excepcional de las animaciones es que la boca del honbrecillo va convirtiéndose en letras según habla, un ejercicio creativo de animación muy innovador.
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