Los grandes incendios, y los pequeños, siempre nacen de una chispa, de un cortocircuito o de un descuido. Las colecciones también. Un día, sin comerlo ni beberlo vas a un lugar a hacer algo diferente, encuentras una cosa que te fascina y ale, incendio que te crío.
Este Madelman Supermán de 1979 en caja, ya con las botas revenidas (como buen Superman que se precie), jamás sacado de la caja y con ese tipazo que se gastaba el Madelmán de Krypton, fue la chispa que prendió el incendio coleccionista de juguetes de este que escribe, hoy en día casi extinguido, aunque alguna vez sale alguna se reaviva algún rescoldo por ahí.
Recuerdo perfectamente haberlo comprado en el Mercadillo de la AZAFT, años 90, no tengo claro qué edición, pero sí que se celebró en los andenes de la vieja Estación Delicias (pongo foto) cuando aún no existía la actual. Allí conocí a mi amigo Mariano, que creo que fue quien me lo vendió. Me costó 1.000 pesetas, que entonces eran mil pesetazas, hoy son miseria (¿6 euros un Madelman en caja?).
Si encuentra uste por ahí una chispa poderosas, ande con ojo, puede quemar hasta los sotanos de su mansión, eso sí, lo pasará en grande si no lo echan antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario