Había escuchado hablar de este espacio al que, por desgracia, he llegado ya un poco tarde. Apenas a un rato andando desde el centro de Chania a través de un delicioso paseo costero se llega a un espacio donde, hace apenas 50 años, funcionaban abundantes curtiderías.
Originarias de la época de la dominación egipcia (1830), su localización alejada de la ciudad, un mar poco profundo, perfecto para la fase inicial de procesamiento del cuero dotan al enclave de una magia especial. Ya nada queda de la vieja industria aunque han sabido mantener los edificios, muchos de ellos huecos a la espera de un nuevo fin, otros ya con un hotelito dentro, un taller de diseño o un bar. El lugar es una delicia y puedes paladear una agradable caffñe frappé, alejado de todos los visitantes, casi en soledad, mientras disfrutas del viejo espacio industrial y del soberano mar.
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