Tirana es una de esas ciudades mártir que uno se encuentra de vez en cuando, llena de heridas en el fuselaje y de huellas dolorosas. En pleno centro de la ciudad se encuentra la llamada “Casa de las hojas”, Un edificio bonito de 1931 que empezó siendo una clínica pero que acabó convirtiéndose en el cuartel general de la Gestapo y posteriormente en la Sede de la Central de Escuchas de los Servicios Secretos albaneses que tenían controlado a todo bicho viviente.
En Tirana abundan los símbolos arquitectónicos de régimen comunista, se ven abundantes búnkeres y edificaciones de claro corte soviético. El el jardín de esta casa atesoran un búnker con puertas de hormigón (nunca había visto unas) y texturas y materiales que te llevan a otro tiempo y otras circunstancias.
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