Inabarcable experiencia, da para un blog específico. Casi un barrio entero destinado a honrar a veteranos y vivencias de la Segunda Guerra Mundial. Bonitos homenajes a Anna Frank, soldados, aparatos y experiencias. Todo ello regentado por voluntarios más que entrados en años, perfectamente vestidos con traje impoluto, con sus medallas y demás emblemas. Muy bonitas esas aceras llenas de adoquines con nombres de veteranos, todas ellas en perfecto estado de revista. No visité más que una pequeña parte, apenas disponía de tiempo, es inmenso y las visitas le dedican un par de días. Cafetería en formato dinner para que los mayores se sientan claramente en los Estados Unidos, formidable tienda.
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