jueves, 7 de mayo de 2009
El Dream Team y el espíritu de Hristo Stoitchkov
Hace casi 20 años, aburrido del aburrimiento y de un Real Zaragoza que me llevaba dando casi 15 años de días grises (desde aquel equipo de Arrúa de los 70), apareció un jugador y un equipo que me marcó para siempre, me refiero al Barça de 1990, de Hristo Stoitchkov. Esete Barça capaz de lo mejor y de lo peor, con ese eterno complejo de inferioridad frente al Real Madrid y prestándole siempre demasiada atención al devenir merengue. Pero ay!, ese equipo hacía soñar, aunaba la agresividad y el disparo inapelable del búlgaro, la elegancia de Laudrup, la garra de Bakero y Txiki, la frescura de un chaval, un tal Guardiola, Koeman, Eusebio, Goiko... más tarde un tal Romário. Aquel equipo me hechizó para siempre y cai irremisiblemente en las redes culés. Hoy, tras la histórica semana vivida y después de 20 años, sigo pensando que este equipo siempre será igual... soñador, como dice Valdano, "quiere vencer pero también convencer", y siempre, siempre estará lejos del racanerío táctico, de lo racional, de los Chelseas, Valencias, Inters y equipos con carácter resultadista donde "lo que importa es ganar, no jugar". Por eso, a mi entender, este año está siendo un gran año para el fútbol como espectáculo, como concepto, porque un equipo donde prima la calidad, el toque, lo bello, lo estético, el espíritu y la gente de la cantera, puede hacer historia. Mucho mérito tiene Pep, parte importantísima del aquel Dream Team de ensueño, peor que el Barça actual, pero con espíritu luchador, guerrero y ganador. He sacado mi camiseta de Hristo y la he puesto en el despacho, aquí estará 21 días, gran Barça!
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