Alfredo Landa fue un tipo, en mi opinión, extraordinario en su sencillez. Nunca quiso parecer algo que no era, no tenía pelos en la lengua, hablaba claro y con fuerza. Mucha gente lo ha tildado de muchas cosas, pero yo siempre lo he visto como uno de los personajes más respetuosos y sanos de la farándula. Sin falsas modestias, sin falsos peloteos, sin afecciones, lo echo mucho de menos. Os pongo una interesante entrevista con Carlos Herrara de 1995. Me gustaría haber visto, alguna vez, una entrevista en profundidad con el maestro Landa.
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