He tenido la suerte de poder hacer una visita tranquila a Redondo, una tienda centenaria de Zaragoza donde venden sombreros, paraguas, bastones, complementos y abanicos. Es deliciosa. Gestionada por la familia, en este caso por tres hermanas, una de ellas, María, me atiende con suma amabilidad.
Se nota el cariño, el buen gusto y la delicadeza en la conservación de suelos, vitrinas, escaparates, mostradores, incluso el excelente espejo o el mismo radiador. Sin palabras ante la cajonera a medida empotrada destinada a abanicos, una joya. Los dos rótulos corpóreos son originales. Les he felicitado por sus sensibilidad y clase al mantener el tono y la esencia de su comercio. Un ejemplo a seguir.
4 comentarios:
Lástima que su tienda "hermana" de la calle cuatro de agosto haya desaparecido y no quede ni la esencia del maravilloso local que ocupaba.
Me encanta esta gente y su tienda, abrazos
Todo un clásico actual, y como venden objetos que se siguen usando habitualmente yo creo que aguantarán
Estos comercios hacen a una ciudad especial, ojalá sea así Ruster, abrazos
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