Qué bonitos y qué bien ha tratado el tiempo a estos cuentecillos Airgam. El teatro que tengo, el pequeño, vivió mejores momentos y apenas aguanta el tipo ante la actuación. El cuento con sus diferentes trozos de escenario, las instrucciones y el precio en el dorso de la caja es una delicia. La cesta de caperucita es una pieza aparte que se suele perder. Estas figuritas, con el tiempo, se han vuelto muy frágiles y hay que tener mucho cuidado en su manipulación, se fracturan a la primera.
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