Llegó Harry Connick a Zaragoza, y cumplió su cometido, sin alardes ni florituras. Hora y media rapada dentro de una completa actuación que supo a poco. Excelencia musical y orquestal y sabiduría del músico de 40 años que lleva 34 subido a un escenario. Sonidos de New Orleans y agradable trato en la firma de discos. En la foto estamos con Lucien Barbarin, trombón y percusión de la Big Band, todo un crack.
No hay comentarios:
Publicar un comentario